miércoles, 8 de agosto de 2018

La Horrible Noche...

Tengo letras en la mano izquierda delineándome el puño,
desde su curva más abultada
hasta las uñas que la rabia me clava en la piel de adentro. 

Tengo un puño hecho con palabras
y quisiera encajarlas en el rostro de la muerte;
de los asesinos, de los carceleros, de los dictadores vivos, 
de los discursos derechos y zombies 
que salen de su tumba 
para morder el cráneo de las nuevas generaciones... 

Tengo ganas de romper mi mano izquierda
en la cara de los cínicos del poder,
aquellos que mandaron a matar diez mil
y matarán diez mil más o cientos de miles o millones.
Todos ellos (los diez mil) hijos de madres que los lloran y buscan en la horrible noche,  
hijos e hijas de una sola madre,
enorme y flaca y desgarrada desde el vientre;
amarilla de un amarillo enfermo, azul como la amargura y roja ensangrentada. 

Mi mano aprieta los filos de mi dolor entre los nudillos, 
quiero romperla en las grandes maquinarias
que están rumiando madre-montes desnudas y horrorizadas 
entre sus mandíbulas descomunales e impávidas... 
Maquinarias que con sus patas enormes
se apuntalan sobre figuras ateridas de hombres, mujeres y niños.

Quiero arrancar la cara cretina de la locura y del ave de la guerra, 
ambas fuera de los cabales de lo humano; 
bestias siamesas hijas de un mismo padre.

Mis dedos escarban los surcos de dolores
y ruego no sean sempiternos,
porque ya basta de tantas flores muertas
ya basta de la borra de tierra y sangre,
de la zozobra y del miedo que brotan a borbotones
entre las arrugas que la hiel de tanto dolor ha labrado.

Las palabras se dibujan cada vez más agudas en mis falanges,
rojas al fuego, 
con ganas de inmolar al artífice de tanta destrucción
que como una reina babosa gigante
expulsa desde su cloaca,
larvas deformes semihumanas,
semiáguilas vestidas de negro, 
inmutables y perversas lejos de toda comprensión... 

Ahí está la reina cloaca, eclosionando sus huevos podridos, 
escupiendo ácido por su boca y por sus dedos;
y quiero que mi puño se arme del valor perdido, 
de la esperanza que voló en nombre de fusil, 
quiero que mi puño se arme de voces silenciadas, 
de palabras calladas, 
de rabia impotente y mustia, 
de apretar tanto y tanto llorar con los ojos abiertos,
quiero que todas y todos los hijos de la madre
me vayan engrosando el puño hasta volverlo imparable
y se estalle contra la cara de la muerte, 
y le reventemos juntos los anteojos al mal
de una vez por todas y para siempre
para que el bien por fin germine ya!

jueves, 12 de julio de 2018

Feminidad (Tonos Menores)

                                     "...Nada más dulce que el deseo en cadenas..."
No lo busco a usted,
Busco el hombre que otra ama.
Busco sus brazos fuertes y sabios como raíces
alrededor de mi cintura prieta,
construyéndome con sus torsiones
sacándome hojas en brotes-gemidos.
Quiero encontrar sus labios
en la oscuridad de mi noche,
perfumados con su barba madura y ceniza;
para que me defina con sus besos,
para que me afirme las carnes
con los susurros de su voz...

viernes, 27 de abril de 2018

Retazos de Tarde (Tonos Menores)


Eras un ángel en medio del verano naranja;
en medio de la callecita adoquinada,
sobre la que andabas de piedra en piedra,
como pasando un arroyo luego de desprenderte de las alas.
Tratabas de mantener un equilibrio preciosista
y dejabas que el mundo te viera irresistible vestida de flores.
Tu sonrisa (ese espectáculo brasilero!),
perpetua y escoltada por tus mejillas
y los paréntesis de sus hoyuelos.
Y las llamaradas esmeralda de tus ojos,
verdes y perturbadores como hojas de selva.

viernes, 20 de abril de 2018

Clavis


Lepenser abrió los ojos y se miró a sí mismo. Ahí estaba, en la forma del niño que algún día fue, observándose en silencio. El pequeño, en posición de flor de loto, le sonrió, se puso en pie y se acercó para tenderle la mano: --Otra vez? --Le preguntó con naturalidad infantil.
Al levantarse, Lepenser vio al perro de gran tamaño y de color grisáceo que dormía al fondo del ominoso pasillo, al pie de una alcoba principal que él reconocía. Era la casa de su infancia. Observó la caja de herramientas de su padre sobre una mesa cercana y en ella, la enorme Stilson que había usado la vez anterior contra el perro.

viernes, 13 de abril de 2018

Ventanas Rotas (Tonos Menores)

Sigo viendo las ventanas para encontrarte.
Ahí afuera estás tú, perdido por un momento
que ya va siendo largo,
que ya son varios momentos amontonados entre los dos.
Pasa la ciudad enorme y cansada
a la hora de todos los regresos,
y todo me suena muy lejano aunque me orbite.
Sobretodo el cacareo de las gallinas a mi espalda
que hablan de no sé qué tema de fitness y vida sana.
"Este va por la avenida principal?" 
Pregunta alguien al conductor,
 y yo respondo para mis adentros:
"No, no va".
Y la ventana me sigue mostrando la ciudad...


viernes, 6 de abril de 2018

Aquel momento

Ahí en su regazo el mundo era lejano, la luz tomaba otro color, más tenue, más apacible, los sonidos eran distantes y la noche afuera no guardaba peligros. Todo se movía lentamente en una esfera sostenida de tiempo, con un aire de aromas de jazmín florecido. No importaba nada más. Los dedos amorosos pasaban una y otra vez por su cuello y lo adormecían con el sonido crepitante y al vinilo de su cabello acariciado, lo estremecían, lo hacían entender que el mundo era un lugar mejor justo en ese momento, justo en ese regazo.


jueves, 5 de abril de 2018

Desde Abajo

Este blog es un ejercicio intenso de encuentros y desencuentros. Por aquí y por allá, con el tiempo, escribiré algunas cosas relacionadas al proceso de construirlo desde los cimientos o desde las partes más pequeñas que conforman un todo que a su vez, forma parte de algo más grande. En resumen, lo concerniente al proceso de escribir este blog (y a mi mismo) desde abajo. Y al ser esto un ejercicio dinámico, añadiré o modificaré alguna que otra cosa en pro de expresar mejor mis historias. También me encantaría leer los comentarios de quienes las lean, de contar con más manos para moldear el barro. Desde ya gracias por la lectura.

sábado, 31 de marzo de 2018

Bajo la Lluvia (Tonos Menores)

La calle nos salpica el agua de sus charcos.
Mi mano calada de frío se aferra a la tuya con fuerza;
el retumbante sonido del cielo se desahoga sobre nuestras cabezas
y la lluvia se desliza encontrando camino en las espaldas.
Es entonces cuando intento verte a través de los hilos del cielo
y tu sonrisa se abre paso triunfante, arcoíris de tu sol.

Algo nos gritan a lo lejos.

domingo, 25 de marzo de 2018

Viceversa (Tonos Menores)

                                                    

Me estoy bebiendo a sorbos mis incertidumbres sobre ti:
Me acerco a la ventana y miro lo gris del cielo y la ciudad.
Sostengo un suspiro que se ha vuelto cotidiano
y lo suelto con los hombros sobre el vapor de mi taza resignada...

Estoy considerándote entre mis dudas.
Quiero distraerme pensando:
¿Qué tan bueno es este café que huele a mañana?
¿Y qué tanto lo es mi amor por ti... y viceversa...?

jueves, 22 de marzo de 2018

Volver



El reloj volvió a dar las cuatro menos quince; con el resorte del segundero dando un sonido trascendental. Gardel cantaba detrás del susurro viejo de la radio.

Tic…

El humo se elevó hasta el pausado ritmo de las manecillas. Todavía no se exiliaba de los cafetines ni al cigarrillo, ni a su humo, ni a su ayuda meditacional. Alejandra dejó una huella de labios rojos en la colilla, luego la destripo contra el cenicero de la mesa y sus ojos verdes saltaron hacia la ventana para ponerse atigrados con el sol de la tarde.
Martin la observó desde la calle a través del cristal. Sus miradas se ataron como imanes. Y el pecho de él, se deshizo con el aliento que le quedó atorado en la garganta al verla. Su planeado encuentro se le fundió en blanco en la cabeza.
El rumor del café se dejó sentir por completo un momento en el que alguien salió y se abrió la puerta. Martin aprovecho el impulso, se sumergió en el local y fue a sentarse justo al frente del cadáver de cigarrillo que Alejandra dejó en la mesa. Y casi como un en un susurro atinó a decir: Perdón por el retraso , pensando lo mal que sonaba eso una vez dicho. Quiso explicarse: Había un tumulto de gente que... –.
Alejandra con resolución ártica lo interrumpió: –No quiero que me vuelvas a buscar –. Fijó sus grandes ojos en la criatura que tenía en frente para calcular el mejor tono de sus palabras y siguió –He venido hasta aquí solo para que te quede claro... Lo que pasó entre los dos… . Por un momento sus rasgos felinos se ablandaron, una sombra de compasión, un morderse los labios para no ejercer todo su poder…
El estridente sonido del segundero volvió a caer…
–Yo… te necesito dijo derrotada y tristemente Martin.
Fue todo. Alejandra saco de su bolso dinero más que suficiente y lo dejo en la mesa. Miró por última vez los crespos castaños que alguna vez disfrutaron sus dedos, dio un par de palmadas sobre los billetes para darse ánimo o para reafírmalo. –Pero yo a ti no –sentenció mortal y se fue…

miércoles, 21 de marzo de 2018

Azote

La mano angulosa y fuerte estalló en su piel.
Su cabello saltó hacia atrás con la tensión de su espina dorsal
y sus labios se sujetaron a sus dientes
tratando de no desvanecerse en un gemino, que sonó a medias.
Sintió el rubor de sus carnes
y el ardor de sus mejillas
en sus curvas más convexas...

Sintió la inflamación de sus deseos escaparse a gotas entre sus cavidades.
Su pelo se enredó en una vuelta dulce y firme de un brazo de madera pulida
y con un vaivén rítmico y lento
la percusión de sus caderas anunció la ola interna.
(Luego) La ceguera del éxtasis
y la libertad de sus humedades más profundas.


Vamos Afuera


Vamos afuera
A buscar en los otros la verdad de la existencia,
la epifanía en una charla sarcástica de amigos,
la razón de ser en el vaso vacío del alcohol.

Afuera tal vez
El color mío es más amarillo,
Más maduro, más robusto,
Y mis ángulos más graves.

Las sillas de los bares,
Las conversaciones en la plaza,
Las banderas rojas tomándose las calles,
Los orgasmos en las alcobas y debajo de las escaleras,
La anatomía de los dedos entrando en otras vidas,
La cara alegre del esfuerzo cotidiano.

Afuera tal vez
Soy más yo de lo que soy adentro mío.
Los gritos y los susurros de afuera
Son más profundos en mi que mi voz interna.
Porque soy todos indefiniéndome
Al mismo instante de definirme. ...

martes, 20 de marzo de 2018

Café

Cuando la terminé de besar, le pedí sus ojos
para  mezclar con ellos el azúcar de sus besos
y beberme el café de su mirada.

Nocturno


Quiero dormir en una nube nocturna iluminada por una ciudad, tal vez Buenos Aires. Ver a todo el mundo ignorándome, ocupado de sus móviles, de sus vidas portátiles. Quiero soñar una noche de verano con una ninfa de urbe moderna y de ubre tierna. Ambos acostados en la nube mordiéndonos los dedos y los extremos...

domingo, 18 de marzo de 2018

Mañana (Tonos Menores)

                                                    (Á flor da terra)


Ver tus ojos largos y verdes reposándote en los pómulos.
Verte aquí, justo al final de mis dedos,
con tu sonrisa amplia, tu piel quemada,
tu nariz pequeña y tu melena rubia y manantial como la cerveza.
Ver tus ojos sinuosos y verdes
y las pestañas golosas que los miman;
tu cuerpo delicioso y curvo como lengua de mariposa,
pequeño, suave, fresco y tierno.
Verte los pies, escapando de las sabanas;
tus senos recién maduros y blancos con sus pezones morenos.
Ver tu gracia de fruta fresca, de rayo de sol.

Sentir tu olor dulce de mujer completa y hambrienta,