y lo hace sudar al calor del sol.
Tu entras perfumada de mujer,
transparente y redonda
en tus encajes cotidianos de hembra madura.
Eres una pera dulce:
Y te sabes entera,
caminas con la propiedad de todo tu tiempo
y la agilidad de una gata redomada;
sonríes, hablas de cualquier cosa,
te llevas mi vaso a la boca,
suda tu cuello y deglutes...
Me miras y te burlas de mis cosas
y como meneando la cola felina
te vas por la puerta,
No hay comentarios:
Publicar un comentario